lunes, 19 de enero de 2015

LA ALIANZA QUE IMPIDE DORMIR A EE.UU

 

"La alianza de Rusia, China y la India acabará con la hegemonía de EE.UU."


La unión de Rusia, China y la India puede influir de manera positiva en el equilibrio de poderes en Asia, crear un nuevo orden multipolar y acabar con la "hegemonía norteamericana", considera el portal InSerbia News.

Durante los últimos años el 'panorama político' ha cambiado por lo que Rusia, China y la India son capaces de lograr el liderazgo de manera conjunta,cambiar el orden mundial y hacer frente a la "hegemonía norteamericana", escribe el portal InSerbia News.

Según la publicación, una serie de acuerdos bilaterales firmados por estos países el último año son un "paso gigante" para que el mundo unipolar se transforme en multipolar. Además, las sanciones impuestas por Occidente contra Rusia acercaron Moscú aún más hacia China y la India.

"El nuevo enfoque de Moscú hacia dos potencias asiáticas puede ser considerado como una perspectiva para un nuevo orden mundial multipolar", asegura el director del Instituto Italiano de Estudios Avanzados en Geopolítica Francesco Brunello Zanniti, citado por el portal.

Sin embargo, Rusia, China y la India empezaron a colaborar mucho antes de la crisis ucraniana, sobre todo en el marco del BRICS. "Pekín y Nueva Delhi siempre han considerado a Moscú como un socio fiable", concluye el artículo.

 

 

Viraje hacia oriente: "Rusia está dibujando los contornos de un nuevo mundo"

 

El viraje de Rusia hacia el este en respuesta a la presión geopolítica de Occidente es un paso importante hacia un orden mundial equilibrado que se basaría en la interdependencia y cooperación económica, valores que Washington sigue desestimando, opina el periodista estadounidense Patrick Smith.

Analizando la agenda política exterior de Rusia en 2014 —América Latina, China, Turquía, actualmente la India y próximamente Irán—, Smith señala en su blog para el portal Salon la reorientación de Moscú hacia oriente tras las sanciones antirrusas de Occidente.

"Los acuerdos de gas natural con China valorados en 400.000 millones de dólares son históricamente significativos por sí mismos. A lo largo de seis años China comprará a Rusia más gas del que esta suministra ahora a Europa", señaló Smith, añadiendo que Moscú podrá expulsar parcialmente a EE.UU.
del mercado asiático de hidrocarburos.

El analista acentuó que las élites políticas occidentales han tratado de usar elSouth Stream como una herramienta de presión sobre Moscú en su "juego a sanciones", algo que causó que Moscú abandonara el proyecto mellando la situación ventajosa de Europa.

La decisión de desviar los suministros rusos del sur de Europa a Turquía "es más que un nuevo acuerdo", es "cooperación que tiene un importante trasfondo político y diplomático, considerando las alianzas tradicionales de Ankara [capital turca] con otros países o sus aspiraciones a la Unión Europea", escribe el autor.

El periodista resaltó que el viraje de Rusia hacia oriente y la disposición de países orientales para cooperar con Moscú en condiciones de igualdad "están dibujando los contornos de un nuevo mundo, nuevas uniones económicas y culturales, que pueden aprovechar las rutas comerciales históricas para convertir la globalización en una calle de doble sentido, tal como debía haber sido desde el inicio".

 

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