DEL BLOG DE CARLOS TENA

OTRO “NOBLE” DE LAS DICTADURAS DEL GOLFO, CONVERTIDO EN ASESINO A SUELDO DE EE.UU.
El jefe de la Inteligencia saudí, el príncipe Bandar bin Sultan,
juega un importante rol en los esfuerzos para derrocar el Gobierno
sirio, informó el lunes el diario británico The Independent.
En un informe publicado el lunes, este periódico asegura que, debido
a las buenas relaciones con Washington, Bandar desarrolla un papel
vital en una posible intervención militar en Siria.
Bandar, que durante dos décadas fue embajador de Arabia Saudí y uno
de los negociadores más influyentes en Washington, ahora tiene una tarea
decisiva en la región: derrotar al presidente sirio; uno de los
principales objetivos de la política exterior del régimen saudí,
considera el rotativo.
Durante meses de muchos esfuerzos y presiones sobre la Casa Blanca,
el jeque saudí ha conseguido el apoyo internacional, como el envío de
armas y financiamiento, a los terroristas en Siria, en su camino de
acabar con el Gobierno de Damasco.
Considerando que la meta a largo plazo de Arabia Saudí, es la caída
de Bashar Al-Asad, los últimos días, este objetivo ha sido respaldado
por las denuncias del supuesto uso de armas químicas por parte Damasco;
una acusación que, para Riad, debe tener una respuesta severa.
Ese mensaje se lo ha hecho llegar al presidente de EE.UU., Barack
Obama, el actual embajador saudí en Washington, Adel al-Yubeir, un
protegido de Bandar.
Fue la agencia de inteligencia del príncipe Bandar la que dio el
pasado febrero la primera alerta a los aliados occidentales sobre la
supuesta utilización de gas sarín por el Gobierno sirio.
Este mes, el príncipe Bandar ha hecho un viaje a Rusia sin
resultados para tratar convencer al presidente Vladimir Putin que retire
su apoyo al presidente sirio. En 2003, cuando era embajador en
Washington, el príncipe Bandar instó a Estados Unidos a invadir Irak,
recuerda el diario británico.
Por aquellas fechas, David Ignatius escribió en el diario liberal
estadounidense The Washington Post, después de que el Gobierno saudí
nombrara jefe del espionaje al príncipe Bandar bin Sultán, embajador en
Estados Unidos de 1983 a 2005: “La
instalación de un nuevo jefe de inteligencia muestra cómo Arabia Saudí
intensifica su apoyo a los insurgentes en Siria que persiguen derrocar
el régimen del presidente Bashar el Asad. En este esfuerzo encubierto,
los saudís trabajan con Estados Unidos, Francia, Turquía, Jordania y
otras naciones que desean echar a Asad”
OTRA HUMANIDAD ES NECESARIA
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