NESTLÉ SE ESFUERZA POR CONVERTIRSE EN EL PRINCIPAL VAMPIRO ACUÍFERO DEL MUNDO
Nestlé se esfuerza por convertirse en el principal vampiro acuífero del mundo
10/08/13
Según
un estudio del sitio Hang The Bankers, Nestlé encuentra una región
económicamente débil, compra un terreno que rodee una fuente de agua y
luego negocia con los gobiernos locales, quienes ven de buen grado la
inversión extranjera, las fuentes de empleo y la riqueza local. El
problema es que no hay riqueza local, pues eventualmente las fuentes de
agua se agotan y Nestlé simplemente muda sus operaciones a otra parte.
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Como
si la galería de monstruos corporativos no estuviera suficientemente
plagada de horrores con Monsanto, Nestlé amenaza con convertirse en el
primer vampiro acuífero del mundo; a pesar de que la compañía suiza
tiene una imagen mucho más familiar y cercana a los consumidores que
Monsanto, podría rebasarla en su desproporcionado abuso de los recursos
naturales.
El
antiguo CEO de Nestlé, Peter Brabeck-Letmathe, afirmó en el 2005 que el
agua no debería ser considerada un derecho humano, sino por el
contrario, que el agua debería venderse siempre. Sus declaraciones
fueron alarmantes, aunque podemos darle la razón si vemos el contexto de
sus declaraciones: más del 98% del agua potable se desperdicia, así que
si la gente efectivamente pagara por ella tal vez la apreciarían más.
Pero algunos años han pasado y la estrategia de Nestlé parece
encaminarse precisamente a la privatización y comercialización de los
bienes más preciados para la gente.
Según
un estudio del sitio Hang The Bankers, Nestlé encuentra una región
económicamente débil, compra un terreno que rodee una fuente de agua y
luego negocia con los gobiernos locales, quienes ven de buen grado la
inversión extranjera, las fuentes de empleo y la riqueza local. El
problema es que no hay riqueza local, pues eventualmente las fuentes de
agua se agotan y Nestlé simplemente muda sus operaciones a otra parte.
Lo anterior no ha ocurrido solamente en países del llamado Tercer Mundo,
sino también en las ciudades estadunidenses de Denver, Sacramento,
Fryeburg y Mecosta.
¿Los
gobiernos locales no deberían limitar la cantidad de agua de la que
Nestlé puede disponer? Tal vez en un mundo ideal: los residentes de
Hillsburg, un pequeño pueblo canadiense cerca de Ontario, pensaron que
los 1.1 millones de litros de agua que la compañía extraía diariamente
permitiría un abasto suficiente tanto para la operación de Nestlé como
para el consumo del pueblo. Sin embargo, después de algunas
“negociaciones”, Nestlé consiguió que no limitaran su acceso al agua.
“Encontramos
muy problemático que el gobierno de Ontario haya llegado a ese acuerdo
con Nestlé”, afirma Maude Barlow del Council of Canadians. “Ontario debe
dar priorizar el derecho al agua de las comunidades por sobre la sed de
ganancias de una compañía privada. Nuestro gobierno debe pensar en la
disponibilidad de agua para nuestros nietos, bisnietos y demás.”
Y las declaraciones sobre la sed de ganancias no son en absoluto exageradas: Nestlé
paga al gobierno $3.71 dólares por cada millón de litros que extrae de
los mantos freáticos; luego de empacarla en botellas de plástico y
venderla al público, por cada millón de litros la compañía se embolsa
hasta $2 millones de dólares, lo que implica una ganancia para Nestlé de
53,000,000.
Pensemos
que en este caso se trata de un país de Primer Mundo, con educación y
conciencia ambiental. ¿Qué pasa en los países de menores ingresos que
buscan desesperadamente formas de contribuir al desarrollo económico de
sus poblaciones? Monsanto puede parecer una compañía con prácticas
corporativas y ética a largo plazo detestable, pero Nestlé literalmente
está dejando seco al planeta.
Comprar
agua embotellada no sólo genera un excedente extra de basura que
probablemente terminará en el mar, sino que contribuye a que compañías
que navegan con banderas socialmente responsables se enriquezcan a costa
de los recursos no renovables del planeta.
EcoPortal.net
Agencia Matriz del Sur
http://matrizur.org
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