Ya en Octubre (Noviembre según el
calendario juliano) la Guardia Roja estaba bien armada, todo parecía
haber triunfado pero el gobierno aún no se había rendido. Había orden
gubernamental de impedir que el periódico Pravda viera la luz, pero una
unidad de la Guardia Roja apareció, permitiendo así la reanudación de la
impresión del diario bolchevique. El gobierno de Kerenski estaba cada vez más sólo, sus tropas se debatían entre obedecer a un gobierno moribundo o desertar.
Durante la madrugada de aquel 7 de
noviembre, la Guardia Roja toma lugares estratégicos de Petrogrado. Los
soldados de la Guardia Roja eran muy superiores en número a los leales a
Kerenski, el poder real no estaba ya en manos del gobierno.
Sólo faltaba el acontecimiento que formalizase el traspaso formal del
poder. A las dos de la madrugada se reunía el II Congreso de los
Soviets, en donde Lenin intervenía. Mientras tanto los bolcheviques
seguían tomando posiciones clave.
A primera hora de la mañana Kerenski abandona Petrogrado,
como lo abandonó el Zar en 1905 pero esta vez había una diferencia: El
gobierno no se enfrentaba a una multitud indefensa a la que poder
masacrar, se enfrentaba a miles de obreros armados que pedían paz, pan y tierra.
A las 9:45 el crucero Aurora disparaba
una salva, era la señal convenida para tomar el Palacio de Invierno. Es
aquí donde las pocas fuerzas leales al gobierno plantaron cierta
resistencia, aunque tras 15 horas de combate los bolcheviques tomaban el
palacio. Por primera vez en la historia la clase obrera tomaba las riendas de un Estado.

Los bolcheviques establecieron un
gobierno de “Comisarios del Pueblo”, cuya principal prioridad fue lograr
la paz con Alemania, puso fin a la gran propiedad de la tierra,
nacionalizó los bancos, ordenó que las fábricas fueran controladas por
los obreros y organizó elecciones para elegir una Asamblea
Constituyente. Conmocionados y asustados, las potencias europeas envían
soldados y armas a quienes no aceptan el nuevo Estado obrero. El futuro inmediato deparaba una guerra civil y la construcción del nuevo Estado.
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