Mundo |
Viernes, 12 de Octubre de 2012 |
![]()
Allí, en Beni Walid, una pequeña ciudad de Libia, se ofendió
inescrupulosamente a la Humanidad. No hubo pudor, ni lástima, ni tan
siquiera un ápice de vergüenza. Allí se revivió a Hiroshima y a
Nagasaki; se revivieron Sabra y Shatila; se repitió el holocausto judío y
los asesinatos masivos en aldeas latinoamericanas; se puso un
indecoroso precio a la vida. Se nos vendió el alma al Diablo.
![]()
¿En dónde quedan los escrúpulos de los
seres humanos? ¿En dónde está su respeto a la vida? ¿Y la ternura? ¿Y el
humanismo? ¿Y el amor al prójimo? ¿Y nuestras creencias? Allí se nos
mató a la conciencia. Allí se martirizó a Cristo. Allí se ofendió a
Dios, a Jahveh, a Alá, a Buda, a Mahoma, a nosotros mismos. Allí se le
dio la espalda a todo en lo que creemos.
El macabro genocidio cometido ante el
mundo, pletórico de sadismo e indolencia, nos debe hacer reflexionar si
bien vale la pena pertenecer a la raza humana o, si tal vez, convivimos
con bestias que se arrodillan en las Iglesias y oran, hipócritas,
extendiendo sus manos llenas de sangre. Bestias capaces de usar palabras
como "democracia", derechos humanos", "libertad", para justificar sus
crímenes.
Yo, consternado, no puedo ser cómplice
de esta barbarie. ¡No me puedo callar! Y no me importa que el mundo
permanezca indiferente, cómplice y en silencio, por miedo a la
represalia del perpetrador de estas injusticias, por simple temor a no
ser escogidos como próximo objetivo para las masacres, por cobardía y
sumisión ante los poderosos.
![]()
¿Los culpables? Son muchos y tienen
nombre. Pueden, incluso ser identificados. Los culpables son los que
pusieron las armas en manos de los asesinos, los que les entregaron el
gas Sarin, el fósforo vivo, y usaron a la prensa para satanizar y
ocultar. Los culpables son los que argumentaron derrocar supuestos
represores para convertirse ellos mismos en represores. Los culpables
son los que usaron a mercenarios sin alma o fueron ellos mismos a matar
con saña y brutalidad. Cuando la OTAN y USA lanzaron a sus sangrientos
mercenarios qataríes y de otros países árabes a Beni Walid, esgrimieron
el argumento de que era un refugio de gadafistas y que allí no había
inocentes. La verdad era otra, diferente al argumento utilizado de que
allí se ocultaba el supuesto ajusticiador de uno de los desalmados
asesinos de Muhamar Al Gadafi, nada menos que Omran Shaban, asesino y
drogadicto, fallecido en Paris luego de ser trasladado desde Misratah.
![]()
La muerte, empero, caminó por Libia y
pone rumbo a Siria. Su misión es exterminar, destruir patrimonios y
herencias culturales, violar niños y niñas, asesinarlos, despedazarlos, y
arrasar de la faz de la tierra a la vida misma.
Hoy siento rabia y una impotencia
enorme. Siento vergüenza de la naturaleza humana, capaz de asesinar de
esta forma, de callar y ocultar, de la carencia de un mínimo sonrojo.
Sin embargo, no pierdo la fe en el hombre, en el repudio unánime ante
estos actos, en su valentía y en su apuesta por un mundo mejor.
![]() ![]()
Beni Walid no solo debe enseñarnos por la
masacre cometida, sino también por su heroica resistencia y por sus
ansias de justicia. También nosotros somos potenciales víctimas.
*Percy Francisco Alvarado Godoy periodista guatemalteco radicado en Cuba (Descubriendo verdades).
Fuente: Enviado por el autor a Martianos-Hermes-Cubainformación
OTRA HUMANIDAD ES NECESARIA
|

ATALAYA COMUNISTA EN JEREZ DE LA FRONTERA. email:atalayacomunista@gmail.com Si los pueblos no se ilustran, si no se divulgan sus derechos, si cada hombre no conoce lo que puede, vale, debe, nuevas ilusiones sucederán a las antiguas y será tal vez nuestra suerte cambiar de tiranos sin destruir la tiranía.
No hay comentarios:
Publicar un comentario