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¿Qué hay detrás del asesinato de Wissam Al Hassan?
By Juanlu González
Aún es muy pronto para saber quién asesinó al jefe de la inteligencia libanesa. Probablemente no lo sabremos nunca. De momento todas las fuerzas del avispero libanés han acusado a sus adversarios del atentado terrorista y, a priori, a ninguno les falta razón para hacerlo. Y es que un personaje tan poliédrico como Al Hassan ha pisado tantos charcos durante su carrera político-militar que enemigos no le faltaban en ningún bando.
En principio la prensa occidental se ha lanzado en turba para acusar a Siria y, aunque parezca la hipótesis más plausible, la experiencia demuestra que no siempre las explicaciones más fáciles son las que se corresponden con la realidad. Tenemos el caso del asesinato de su anterior mentor Rafik Hariri, del que responsabilizaron a Siria a pesar de ser el país más perjudicado por la operación y haber demostrado Hezbollah sin lugar a dudas que Israel hacía un estrecho seguimiento del ex presidente libanés poco antes de producirse un atentado con coche bomba de connotaciones parecidos a este. Declaraciones de espías capturados por Líbano que trabajaban para Israel y de miembros del Mossad apuntan en ese sentido pero, sobre todo, son bastante concluyentes las imágenes hackeadas por la inteligencia chií de aviones espía sionistas que fotografiaron casualmente incluso el lugar exacto del atentado.
Wissam Al Hassan no era un pobre angelito. Entre otras cosas era uno de los responsables de la introducción de terroristas y mercenarios yihadistas extranjeros para luchar contra Siria y el enlace fundamental con la inteligencia Saudí —a cuya cabeza estaba el desaparecido Bandar Bin Sultán, posiblemente eliminado tras un atentado en Ryad en respuesta al mayor ataque de al Qaeda en Damasco—. Aunque estuviese en un cargo de responsabilidad en la seguridad del país, su agencia estaba financiada por EEUU y sus aliados hasta el punto de que actuaba al margen y hasta de espaldas al estado, obedeciendo más a los Hariri que a la cúpula política o militar de Líbano. Estuvo directamente implicado en el cocinado de las supuestas pruebas y en los testigos falsos que implicaron a Siria y a Nasrallah en el asesinato de Hariri y que le costaron la cabeza al irresponsable de la ONU que «investigaba» el magnicidio.
Sin embargo, también fue el responsable de la detención de varias redes de espionaje del Mossad en el país de los cedros, aunque muchos dicen que fue por pura casualidad, la realidad es que su intervención hizo mucho daño a Israel y ha puesto en ventaja operativa a un Hezbollah que no cesa en conseguir triunfos de inteligencia, logros en ciber guerra, en manejo de drones y en las preparaciones para cuando el estado sionista decida nuevamente invadir Líbano. Es probable también que Israel pudiera tener a este hombre en su punto de mira.Pero el modus operandi también da muchas pistas sobre la autoría de su muerte. Al Hassan se despojó de su convoy de blindados y fue a una cita sin protección, en un coche de alquiler por un itinerario concreto que llenaron de coches bomba. Acababa de llegar del extranjero, nadie sabía dónde estaba, su reunión era secreta. ¿Cómo pudieron sus enemigos controlar esos datos sin apuntar directamente a su círculo más íntimo de confianza? Quizá incluso fueron los mismos que le citaron.
Se impone pues una pregunta, la clásica pregunta que hay que hacerse siempre en estos casos. ¿Quid prodest? ¿A quién beneficia o podría beneficiar este ataque? Está claro que ha sido instrumentalizado por la Coalición 14 Marzo (a cuya cabeza está Saad Hariri) para echar al primer ministro Mikati. Los llamamientos a la rebelión efectuados a través de sus medios de comunicación para expulsar al primer ministro tuvieron eco entre los falangistas cristianos, algunos sunitas y, por las banderas y estandartes que portaban, a miembros y simpatizantes de al Qaeda. Hariri jr. con el atentado trató de lograr en la calle lo que perdió en lid parlamentaria, aunque le salió el tiro por la culata al no encontrar apenas apoyos externos significativos. Si llega a triunfar el más perjudicado a nivel regional habría sido precisamente Siria. Aunque el gobierno actual no controla del todo el país y sigue siendo una fuente armas para los mercenarios, terroristas y rebeldes, la mayoría de las instituciones libanesas están, sobre el papel, del lado del gobierno legítimo sirio. El grave error del primer ministro Mikati fue no haberlo destituido al llegar al poder como le pidieron las fuerzas mayoritarias del parlamento surgido tras las elecciones. Quizá fue un gesto hacia occidente y los países del Consejo de Cooperación del Golfo, una jugada para demostrar que no estaba en manos de Hezbollah… quien sabe.
Personalmente, me inclino por la opción de la atribución a aquellos que juegan la carta de la extensión del conflicto sirio para justificar una intervención internacional más global. Y es ahí donde Estados Unidos, Israel y al Qaeda como brazo armado juegan el papel más determinante.
OTRA HUMANIDAD ES NECESARIA

ATALAYA COMUNISTA EN JEREZ DE LA FRONTERA. email:atalayacomunista@gmail.com Si los pueblos no se ilustran, si no se divulgan sus derechos, si cada hombre no conoce lo que puede, vale, debe, nuevas ilusiones sucederán a las antiguas y será tal vez nuestra suerte cambiar de tiranos sin destruir la tiranía.
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