ÉXITO DE CONVOCATORIA EN MADRID ¿ Y DESPUÉS DEL 15S, QUE ?

21.09.2012
La Cumbre Social, una amalgama de 900
asociaciones y colectivos sindicales y sociales, encabezados por
Comisiones Obreras y la Unión General de Trabajadores, convocó el
pasado sábado 15 de Septiembre una marcha sobre Madrid con el objetivo
de protestar contra los recortes sociales y laborales aprobados por el
Gobierno de Mariano Rajoy y en defensa de los servicios públicos y el
Estado de bienestar. Además pretendía instar al gobierno a la
celebración de un referéndum para consultar a la ciudadanía sobre el
grado de aceptación de las políticas del ejecutivo central.
Las Juventudes Comunistas de Andalucía
en Sevilla participamos de la mencionada movilización, como venimos
haciendo siempre que los sindicatos convocan protestas, pero dicho
esto, entendemos que cabe una reflexión sobre el modelo sindical y de
lucha que a día de hoy defienden y practican los sindicatos
mayoritarios:
La capacidad de convocatoria, que se
antoja incuestionable, por los más de un millón de obreros y obreras
que acudieron a Madrid para manifestar su rechazo a las medidas del
gobierno, choca con la falta de una estrategia sindical acorde al
momento histórico y se da de bruces con una estrategia sindical
completamente errónea.
La misma tibieza con la que presentó la
llamada Cumbre Social sus objetivos, la demostraron a la hora de
defender el número de manifestantes congregados en Madrid, mostrándose
incapaces de rebatir la ridícula cifra ofrecida por la Delegada del
Gobierno.
¿De dónde surge la Cumbre social? ¿Cuáles son sus objetivos?
La Cumbre Social, que entre los más de
900 colectivos a los que dice representar no ha encontrado ninguno que
les diseñe una página web donde colgar sus objetivos, es una alianza
interclasista, de la que forma parte desde centrales sindicales a
asociaciones policiales, pasando por organizaciones de pequeños
empresarios y de la patronal, así como alguna organización no
gubernamental. Muchas de las organizaciones que la componen forman
parte de la órbita del PSOE y está sirviendo a modo de parapeto de unos
sindicatos incapaces de dotarse de un verdadero respaldo social. En la
búsqueda de la legitimidad en la calle, se sientan a diseñar
“alternativas” con quienes tienen intereses antagónicos a los de la
clase obrera.
Movilización: Referéndum vs Huelga General.
La primera declaración de la cumbre
social no deja lugar a dudas de la estrategia y objetivos de las
movilizaciones. Después de una crítica efímera a anteriores gobiernos,
recaen el peso de la situación de deterioro de derechos de la clase
obrera y la precaria situación social en los últimos seis meses de
gobierno y en los “últimos cuatro años de liberalismo en estado puro”.
Ni por asomo cuestionan el sistema y tan solo señala las políticas de
austeridad y de control de déficit como las causantes de la situación
que padecemos, ni que decir tiene que no se habla de lucha de clases,
de burguesía, o de toma del poder político por parte de la clase
trabajadora, simplemente se exige otra política, al amparo de lo
recogido en la Constitución Española, para preservar la cohesión social
y el estado de bienestar, estos y no otros, son los objetivos de las
movilizaciones. El fraude democrático, como caracteriza el régimen en
el que vivimos, se combatirá con un referéndum que sancione al
gobierno, apostillan.
De la Huelga General, de la que los
sindicatos deberían tener en consideración dadas las condiciones que
vivimos, ni una palabra. Es más, Ignacio Fernández Toxo, Secretario
General de CCOO se ha encargado por activa y por pasiva de dejar claro
que la Huelga General no está en la mesa de la cumbre social,
declarando insistentemente que las movilizaciones convocadas no eran la
antesala de una Huelga General. En el mitin cierre de la manifestación
dijo que el gobierno tenía la llave de la Huelga General (frase para
los anales de la movilización sindical) y ha insistido en los objetivos
de la Cumbre: “Si el Gobierno no lo hiciera, seremos las
organizaciones de la Cumbre quienes llevaremos a cabo la convocatoria
de una consulta popular y tras el resultado de la misma actuaremos en
consecuencia”.
En resumen, posponer la lucha, posponer la respuesta sindical, no alterar el orden de las cosas en pos de la paz social.
Potenciar la alternativa sindical. Caminar hacia la huelga General.
Frente a esta deriva sindical, los
sindicatos “minoritarios” y las bases críticas de las Centrales
Sindicales, especialmente las de Comisiones Obreras, deben trabajar por
construir una alternativa sindical que desbloquee la situación de
inmovilismo y pasividad creada y sostenida por las cúpulas sindicales.
Así, hay que marcar una hoja de ruta de movilizaciones laborales y
sociales, de la que sin duda es pistoletazo de salida las Huelgas de
Educación y las de Trasportes que han comenzado hoy. El anuncio de
Huelga General para el 31 de Octubre convocada por CGT debe ser el
acicate para que quienes reclaman un sindicalismo alternativo se pongan
a trabajar sobre nuevas estructuras de cooperación intersindical e
interprofesional, creando comités de huelga más allá de las siglas
sindicales para garantizar la participación de todos los que creen que
es posible plantear una alternativa sindical anticapitalista. Sostener
en el tiempo la lucha hasta alcanzar los objetivos, convocando Huelga
General de varios días de duración o concatenar huelgas temporales, así
como sectoriales bien calendarizadas para alterar realmente la
producción. No sólo debemos actualizar los métodos si no las
estrategias, pues es cierto que ha cambiado la organización del sistema
productivo. Compaginar las Huelgas laborales con las de consumo,
entrelazar la lucha obrera con la vecinal, así como reivindicaciones
profesionales y sociales, en definitiva, recuperar el sindicalismo
político-social, para dar una respuesta global a una crisis
estructural, derrocar el sistema capitalista y atender todas las
reclamaciones de los trabajadores
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