¿CÓMO SE SALE DE ESTA?
21 de Julio del 2012.
Pedro Pascual
¿Cómo se sale de esta? Preguntan los
similares presentadores de los medios de comunicación a sus compañeros
periodistas o economistas o políticos o sindicalistas, y de igual modo
se preguntan esa misma cuestión nuestros compañeros de trabajo, amigos y
familia. Y rotundamente hay que volver a decir que los únicos que
dijeron en los años noventa lo que iba pasar al inicio del siglo XXI,
los únicos que dijeron en el 2007 lo que iba a pasar en los años
siguientes y los únicos que siguen diciendo ahora el predecible futuro
de los próximos años son solamente el movimiento comunista.
Tras leer tal afirmación dirán que jugamos con ventaja porque siempre
somos unas catastrofistas, aunque bien habrá que decirles que lo que es
una catástrofe es el sistema de producción capitalista y que nuestro
acierto no es por ser unos adivinos sino mas bien por ser los únicos que
mostramos a las claras la realidad del sistema en el que vivimos (no
olvidemos que fue Karl Marx el que en El Capital mostró las entrañas y la verdadera naturaleza del sistema de producción capitalista).
Pero igualmente son los comunistas los
únicos que exclaman la única posibilidad de salida: El no pago de la
deuda. Y decimos como salida, no como solución, es decir, la deuda
española, al igual que la portuguesa o la griega es impagable, no se va a
poder pagar por mas “medidas impopulares” o “recortes” que realicen (
no olvidemos que ninguna de estas ha conseguido dar “confianza” a los
“mercados”, ni en España, ni en Portugal ni en Grecia, sino más bien
todo lo contrario, cada vez hay mayor “desconfianza” y por lo tanto más
deuda y la necesidad de mas “recortes”), razón por lo cual, la deuda, en
algún momento se condenará, el cuándo es la cuestión que importa.
Hay dos caminos hacia la irremediable
condenación de la deuda; uno es el camino hacia el que vamos y en el que
se hallan Portugal y Grecia (recordando que esto no es nuevo, que ahí
está el ejemplo de Suramérica, en donde el FMI daba las mismas
lecciones), el cuál es mantener la misma senda de progresivo
adelgazamiento del Estado y de pauperización de la población hasta el
límite que ellos tengan estimado o hasta que el pueblo asfixiado se
levante y diga basta, momento en el cual, magnánimamente, de igual modo
que hacían hasta hace poco los países europeos con los africanos, los
“mercados” o la troika condenen la deuda.
El otro camino, que es el que exige el
movimiento comunista, la única alternativa posible, es la de evitar el
anterior camino, el cual una vez iniciado va a costar cada día más darle
la vuelta. Los griegos fueron los más cercanos en conseguirlo, por ello
es de lamentar que Syriza, al contrario que el KKE, hablase de
renegociar la deuda[1]
en vez de condenación unilateral. Es decir, el otro camino es conseguir
que el pueblo en masa diga No al pago de la deuda (en cierta manera
algo similar es lo que hicieron los islandeses) puesto que es ilegitima,
y obliga que la paguen aquellos que de ninguna manera han sido
culpables de ella, en definitiva, es imprescindible que la clase obrera –
o asalariada- sea consciente hoy de que la deuda es impagable,
que todas aquellas medidas que realicen los distintos gobiernos no van a
servir para pagarla, que la prima de riesgo va a subir cada día más,
que en saco de los capitalistas – o de los mercados- va a quedar todo el
“sacrificio” de los trabajadores. Este camino es obligar a que la clase
trabajadora pueda hablar sobre este memorándum, que pueda dar su
opinión sobre estas medidas “impopulares” y “dolorosas”, puesto que
sobre el papel “la soberanía nacional reside en el pueblo español”[2]
, es decir, que nadie salvo el pueblo puede establecer medidas que
vayan en contra suya. ¿Qué el pueblo mayoritariamente acepta “el
despido de 150.000 empleados públicos hasta 2015, 15.000 de ellos en
forma inmediata; una rebaja salarial del 25% en el salario mínimo y en
las pensiones; y la supresión de las pagas extras anuales”[3]?
Entonces no se podrá decir que el pueblo – ignorante – no haya hablado y
que el ejecutivo actual no representa a la mayoría de la población.
¿Pero por qué no se permite que el pueblo decida? Los griegos ni los
portugueses consiguieron el referéndum y por cómo les ha ido – a los
“mercados”-, es de suponer que tampoco quieran que los españoles lo
hagan, pero no olvidemos que si un referéndum es necesario, más lo es
que la clase trabajadora, desde hoy, sepa y comprenda que la deuda es
impagable de cualquiera de las maneras, alternativas o parches que la
mayoría parlamentaria esgrime cada día.
En la posibilidad de que los pueblos de
España consiguiesen que la mayoría de la clase asalariada tomase una
posición firme al No pago de la deuda, como hemos dicho anteriormente,
ello no sería ninguna solución a la crisis sino tan solo llegar
al mismo destino pero evitando el total saqueo del estado y del pueblo,
así como una pequeña muestra de independencia y soberanía. ¿Cuál es la
solución? En numerosos momentos de la historia – así como día a día-
queda absolutamente demostrado que el capitalismo es un modo de
producción explotador, puesto que “la producción capitalista sólo
sabe desarrollar la técnica y la combinación del proceso social de
producción socavando al mismo tiempo las dos fuentes originales de
riqueza: la tierra y el hombre”[4]. Es decir, la solución se haya en conseguir una “democracia para la mayoría gigantesca del pueblo”[5]. ¿Y cómo se consigue eso? Sin duda alguna “[...]no
es posible un cambio de clase dominante sin ejercicio de coerción sobre
la antigua clase dominante. Eso es evidente. Si le quieres llamar de
otro modo, eso es lo que siempre hemos llamado “dictadura del proletariado”[..]”[6] En definitiva, la única solución es el Socialismo, puesto que, “es
lo mínimo no la máxima de la democracia. No se puede luchar por la
democracia y por el Estado de derecho de manera independiente del
Socialismo, es decir, no se puede luchar primero a favor de la
democracia y cuando ella esté establecida aplicar todos los esfuerzos
por introducir el Socialismo [...]eso es una trampa, pues democracia y
socialismo van intrínsecamente unidos, por decirlo de otra manera: ser
demócrata es ser socialista. ¿La razón?, fuera del socialismo las
decisiones económicas están fuera del campo de acción del poder
legislativo y ejecutivo, y de igual modo, aquellos que las toman, están
bien protegidos de ser juzgados por el poder judicial.”[7]
[3]He
puesto como ejemplo las medidas que el parlamento griego aceptó en
contra de la mayoría del pueblo que estaba protestando tal hecho en las
puertas del parlamento: http://www.lamanchaobrera.es/?p=10050
[4]*El
capital Tomo I. Sección Cuarta. Cápitulo XIII. Maquinaria y Gran
industria Pág 424. Karl Marx. Fondo de Cultura Económica. Traducción
Wenceslao Roces.
[6]Sobre el estalinosmo (1978). Conferencia que se encuentra en Seis Conferencias. Manuel Sacristán Luzón. Edicción Salvador López Arnal. Editorial El viejo topo. 2005.
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